Espacios. Vol. 2 (1) 1981. Pág 4

La planificación ilusoria

Ensayo sobre la experiencia venezolana en política científica y tecnológicas

Marcel Antonorsi-Blanco e Ignacio Ávalos Gutiérrez


Política Científica

El ámbito de la Política Científica es la generación, transmisión y difusión del conocimiento científico. Estas actividades son realizadas, sobre todo, en el marco de instituciones académicas e institutos de investigación, y pueden estar asociados a labores de investigación tecnológica de carácter también académico. Los objetivos de la Política Científica se orientan al desarrollo del potencial de investigación mediante la incorporación de recursos humanos y financieros. Se persigue aumentar la generación de conocimiento científico, tanto el básico como el potencial útil. La fijación de los objetivos operativos es predominantemente una tarea interna de la comunidad científica; sólo en forma indirecta (subvenciones y prioridades) ajusta sus objetivos en función del ambiente extracientífico.

La racionalidad que prevalece está bastante bien caracterizada por la clásica referencia a las cuatro normas institucionales de la ciencia, tal como han sido expresadas por R. K. Merton: comunalismo, universalismo, desinterés y escepticismo organizado (10). Así mismo como norma de intercambio y distribución del conocimiento prevalece el llamado Principio del Regalo (Gift Giving Principle) (11) dado que este conocimiento es de una naturaleza tal que aunque tenga valor no puede asignársele un precio.

El grado de progamabilidad es relativamente bajo. Solo pueden definirse líneas y campos generales de actividad. La libertad absoluta de investigación es un principio celosamente defendido por la Comunidad Científica. Además, y como es sabido, los resultados de la investigación están sujetos a muchas incertidumbres, aunque representan poco riesgo en términos económicos. La actividad científica es marcadamente aleatoria y en ella el éxito depende básicamente de la calidad y dedicación del investigador.

El grado de centralización posible para la formulación y ejecución de la Política Científica (para la definición de líneas y campos de actividad, como dijimos arriba) puede considerarse relativamente alto, no obstante una cierta dispersión institucional y de actividades.

Las actividades que caen bajo el ámbito de acción de la Politica Científica pueden con relativa facilidad ser tratadas como un sector de actividad. Ello es así por cuanto que cabe identificar con bastante precisión el conjunto de instituciones que se desempeña en este campo. En la práctica, sin embargo, resulta casi inevitable asociarlo al sector de educación debido a que muchas de las instituciones son bivalentes, con lo cual la delimitación de tal sector se complica un tanto. El horizonte temporal dominante está representado por el largo y mediano plazo, lapsos en los cuales resultan apreciables y significativos sus resultados. Ello no excluye, por supuesto, que para ciertos objetivos, metas y acciones, lo fundamental sea el corto plazo.

El tipo de instrumentos a los cuales recurre la Política Científica suele ser, sobre todo, los de carácter directo, tales como las subvenciones, programas de becas y refuerzos institucionales. También se acostumbra a emplear instrumentos indicativos generales poco discriminatorios (la fijación de prioridades, por ejemplo).

Las actividades comprendidas, dentro del ámbito de la Política Científica son en esencia la investigación científica (y tecnológica), la formación de recursos humanos de alto nivel y los servicios especializados de información y documentación.

El principal grupo social que a la vez protagoniza y se ve afectado por la Política Científica es el de los “científicos”, usualmente denominado “comunidad científica”. Esto no excluye la participación aunque en grado bastante, menor, de grupos de “educadores” directamente relacionados. Las transacciones predominantes, además de las internas al grupo de “científicos”, son con los “políticos” a los cuales se les solicitan recursos, y con los “productores” en menor medida. Para ello los “planificadores” y “burócratas” suelen desempeñar una función intermedia.

El principal grupo social que a la vez protagoniza y se ve afectado por la Política Científica es el de los “científicos”, usualmente denominado “comunidad científica”. Esto no excluye la participación, aunque en grado bastante, menor, de grupos de “educadores” directamente relacionados. Las transacciones predominantes, además de las internas al grupo de “científicos”, son con los “políticos” a los cuales se les solicitan recursos, y con los “productores” en menor medida. Para ello los “planificadores” y “burócratas” suelen desempeñar una función intermedia.

Política Tecnológica

El ámbito de la Política Tecnológica es la generación o adquisición de tecnología y de las capacidades técnicas necesaria para la producción de bienes y servicios y el desarrollo de una capacidad nacional para la toma de decisiones autónomas en materia tecnológica.

Los objetivos de la Política Tecnológica, de acuerdo con el carácter instrumental de la tecnología y la técnica, le son externos. Son una función resultante de la dinámica social, política y especialmente económica que le proporciona su contexto y los marcos de referencia específicos.

La racionalidad prevaleciente puede ser expresada en forma simétricamente contrastante con los valores típicos de la ciencia. En efecto puede señalarse que la actividad tecnológica de carácter “privatista”, “particularista”, “interesada” y representa la “eficacia organizada”. Como normas de intercambio y distribución prevalecen los mecanismos comerciales y de mercado. De la tecnología y la técnica puede afirmarse que no sólo tiene valor, sino que se le puede asignar (y de hecho se le asigna) un precio.

En cuanto al grado de programabilidad tiene características semejantes a la Política Científica, puesto que, a niveles globales, sólo cabe definir líneas y campos generales de orientación. Sin embargo, a niveles específicos sectoriales o de proyecto son actividades rigurosamente programadas, con el propósito de reducir al mínimo tanto la incertidumbre como el riesgo.

El grado de centralización posible de la Política Tecnológica es igualmente bajo. Su formulación, tanto como su ejecución sólo es posible luego de complejas transacciones entre diversos grupos de interés, y de decisiones que se forman desde instancias dispersas. La centralización relativa sólo es posible a niveles sectoriales y en un grado menor a nivel del manejo de instrumentos de política crediticia, arancelaria, fiscal y comercial.

Las actividades tecnológicas son prácticamente imposible de ser definidas como un sector de actividad distinguible de otros. El carácter instrumental de la tecnología y la técnica implica su presencia en cualquier campo, tanto de la producción de bienes como de la prestación de servicios. Sin embargo, no deja de ser posible tratar ciertas actividades como los servicios tecnológicos a la producción las labores de consultoría e ingeniería y los centros de desarrollo tecnológico productivo, entre otros, como específicos de un supuesto sector tecnológico, aunque su grado de institucionalización sea todavía muy precario.

El horizonte temporal prevaleciente, debido a la naturaleza económico- comercial de las actividades, es el corto y mediano plazo. No por esto, debe la Política Tecnológica dejar de considerar el largo plazo estratégico como marco de referencia importante para otorgarle sentido a las iniciativas más inmediatas.

Los instrumentos para la ejecución de la Política Tecnológica son de naturaleza indirecta. Persiguen crear un contexto, un conjunto de parámetros, dentro del cual se operen los procesos de cambio tecnológico con las características deseables. Los pretendidos medios o acción directa, tales como los controles a la importación de tecnología o el suministro de capital de riesgo, en buena parte pueden ser asimilados ala categoría de instrumentos contextuales, por cuanto sólo inciden como estímulos o desestímulos no discriminatorios para los cambios tecnológicos específicos.

Las actividades más identificables afectadas por la Política Tecnológica son las relativas a la ingeniería y los servicios tecnológicos. Sin embargo, el grueso está representado por las diversas actividades de carácter tecnológico y técnico diseminados e inmersas en el conjunto de actividades de producción de bienes y servicios.

Los grupos principales de protagonistas y ejecutores eventuales de la Política Tecnológica son los “productores” y los “ingenieros” ligados al uso práctico de la tecnología, a su adopción y difusión. En momentos más avanzados del desarrollo tecnológico puede entrar en escena otro grupo ligado a la prestación de servicios tecnológicos y al desarrollo de la tecnología para la producción. Este grupo, vendría a ser una suerte de combinación de “ingenieros” y “científicos”. Sin embargo, dado que sus actividades están dirigidas a satisfacer las demandas de los “productores” cabe afirmar que este último grupo se presenta como el sujeto principal en este campo.

Con frecuencia, las transacciones se realizan entre grupos de “productores” locales y con grupos extranacionales. En estas transacciones el grupo de los “políticos” desempeña tanto un papel mediador como de eventual control con la participación tanto de los “planificadores” como de los “burócratas”.

Pertenencia de la Distinción

Resulta evidente que la generalización anterior es válida como referencia ideal (Tipo ideal) para las condiciones de un país en desarrollo en el cual opera un sistema de mercado y de pluralismo enmarcado dentro de un régimen de democracia parlamentaria. Para otras condiciones habría que introducirle variaciones más o menos importantes.

Para las condiciones de Venezuela, este marco de referencia general lo creemos válido. Se ha venido operando un proceso de institucionalización de las Políticas Científicas y Tecnológicas que, como hemos visto, ha sido de naturaleza desigual, contradictoria y no ha estado exento de confusiones.

El carácter desigual viene dado por el diferente grado y lapso de la institucionalización, los cuales han sido mayores y más extensos para la Política Científica. La Política Tecnológica, en su forma explícita, ha sido un sub-producto de la institucionalización de la primera, y no ha llegado a institucionalizarse en un grado significativo, aunque, tal vez llegue a hacerlo en un tiempo reducido debido a la aceleración que pueda haber en los próximos años.

Su carácter contradictorio se evidencia claramente en los eventuales conflictos (latentes o abiertos) entre un proceso socio-político con base en la “comunidad Científica”, y un discurso con énfasis marcadamente tecnológico que desatiende formalmente los intereses de ese grupo, sin llegar a producir los resultados tecnológicos que puedan anunciar.

El balance neto de este proceso revela una notoria confusión histórica que se muestra con nitidez tanto a niveles conceptuales como operativos, y que ha conducido a una ineficiencia palpable y dramática.

NOTAS

1.     Esta sección está inspirada en las páginas iniciales de JUNTA DE ACUERDO DE CARTAGENA (1976-b).

2.     JUNTA DE ACUERDO DE CARTAGENA (1976-b), pp. 9 y 10.

3.     FREEMAN (1977), p. 235.

4.     Definición propuesta por Ignacy Sachs en WIONCZEK (1973), p. 11.

5.     Definición inspirada en GUZVITCH (1970), p. 39.

6.     Ver el artículo de De Solla-Price en BARNES (1972), pp. 166 y ss.

7.     Ver nota 1, más arriba.

8.     Refiriéndose a esta distinción, Rafael Rengifo nos hizo unos comentario que creemos importante traer a colación: “...esa necesidad operativa, meramente pragmática, no puede estirarse hasta afirmar que entre ciencia y tecnología hay una solución de continuidad epistemológica. El riesgo de tal afirmación no viene de las tradicionales argumentaciones cientifistas que abogan por más financiamiento para una, con miras a generar la otra, sino que, muy diferente, proviene del prurito progresista de dejar incólume a la primera para achacarle a la segunda las desviaciones -destrucción, polución, dominación- respecto de una norma en la cual viene a ser algo parecido a los usuarios en el binomio Ciencia -utilización de la ciencia: el conocimiento científico, neutro, pura voluntad humana de conocer, se degeneraría en la sucia tecnología que pervierte la vida, enemistando, de paso, al hombre con su más preciado don, el abstracto y objetivo deseo de conocer las leyes de la vida”.

9.     SAGASTI (1976), entre otros.

10.  Ver el texto de Robert K Merton reproducido en BARNES (1972), pp. 55 y ss. El original es de 1942 y ha sido incluí do en múltiples ediciones. A pesar de haber dado lugar con el tiempo a numerosas polémicas, continua siendo una formulación muy citada en la literatura.

11.  Ver el texto de W. O. Magstrom reproducido en BARNES (1972), pp. 105 y ss.

DIFERENCIACIÓN DE LAS POLÍTICAS TECNOLÓGICA Y CIENTÍFICA

AMBITO

Generación y adquisición de tecnología para fines productivos. Ambito Productivo.

Generación, transmisión y difusión de conocimiento científico. Ambito académico.

OBJETIVOS

Desarrollo de una capacidad nacional para la generación de tecnologías y las toma de decisiones autónomas.

Desarrollo del potencial científico nacional para la generación de conocimiento y la participación en los avances a nivel mundial.

RACIONALIDAD

“Privatismo”

“Particularismo”

“Interés”

“Eficiencia Organizada”

Para el intercambio de los resultados valor y precio operan los principios comerciales.

Cimunalismo

Universalismo

Desinterés

Escepticismo Organizado

Para el intercambio de los resultados con valor pero sin precio opera el Principio del Regalo.

GRADO DE PROGRAMABILIDAD

Alto.

Relativamente bajo.

GRADO DE CENTRALIZACIÓN

Bajo

Decisiones sumamente atomizadas

Medio

Las decisiones relativas al otorgamiento de recursos son relativamente centralizados.

POSIBILIDAD DE SER DEFINIDO

Muy baja

La tecnología está presente en todas las actividades de producción de bienes y servicios.

Muy alta

Puede ser tratado como un sector de actividad. Suele estar asociado al sector de educación

HORIZONTE TEMPORAL

Corto y mediano plazos

Largos y mediano plazo.

TIPO DE INSTRUMENTOS

Instrumentos indirectos orientados a la creación de un contexto.

Instrumentos directos. También se recurre a los instrumento indirectos de carácter indicativo.

ACTIVIDADES AFECTADAS

Ingeniería

Servicios Tecnológicos.

Desarrollo Tecnológico Productivos.

Producción de bienes y servicios.

Investigación científica y tecnológica. Formación de Recursos Humanos de Alto Nivel. Sistemas especializados de información científica.

GRUPOS SOCIALES PARTICIPANTE

Los “productores” son el grupo protagonista. Realizan transacciones entre sí (nacional y extranacionalmente) y con otros grupos, con la “intermediación de los políticos”, “planificadores” y “burócratas.

Los “científicos”son el grupo protagonista principal. Realizan transacciones con otros grupos con la intermediación de los “planificadores” y “burócratas”.


Vol. 2 (1) 1981
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